Cada día me levanto con media docena de ideas que a lo largo de la mañana voy descartando hasta que localizo una interesante y empiezo a darle forma. Luego reviso la capacidad de maniobra y tengo que guardarla en el cuaderno de "cosas que hacer" ya que no hay capital para llevarla acabo. Mientras tanto sigo con el trabajo de hormiga, revisando bugs y fallos que tengan las plantillas, llevando el social media, proveedores, feedback, etc... el hombre orquesta 2.0. Iniciar un proyecto así, tiene algunas desventajas y más cuando no hay un socio capitalista entendido en técnica empresariales avanzadas, pero por otro lado cada paso que doy adelante es como saltar un edificio de 20 plantas. Cada nuevo artículo que leo acerca de Audere, me inyecta fuerza para seguir otras tantas horas más tecleando. Tengo un sueño en mente y remo sin descanso hacia él.
Quien me diría, hace dos años, que no iba a seguir instalando pavimentos y que estaría levantando "bit a bit" una aplicación on-line de edición de CV en medio de un vendaval de destrucción económica. Que cosas tiene la vida ¿verdad?
